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Muy cerca de la Plaza Mayor y a un paso de la Plaza de Puerta Cerrada, Plaza Menor está este café-cueva de Madrid, un auténtico refugio con encanto donde tomar sin prisas un buen mojito o un rico té moruno con una de las mejores tartas de zanahoria.
Está dividido en tres pequeñas zonas, la más cercana a la puerta donde está la barra con un par de mesas y otras dos a las que hay que acceder por unas pequeñas escaleras de piedra que son algo más tranquilas. Tienen el techo algo bajo, con lo cual hay que tener cuidado si eres alto. Ésto y una sencilla decoración de influencia árabe hace que haya un ambiente íntimo y acogedor, perfecto para ir con pareja (dicen que es ideal para primeras citas) o con un par de amigos. Eso sí, debido a las pequeñas dimensiones del local, como no vayas pronto te quedas sin sitio.